22/2/13

[Des]Ilusión III



Ger:

¿Ves? Te lo dije, no son cosas mías, los pesimistas tenemos una cosmovisión un pelo más real del mundo, sin  pasiones imposibles de argumentar. En la carta de ayer, la que escribí con el alma llena de estrellas y corazones,  te dije que no esperaba que todo fuera perfecto,  no esperaba que te volvieras adicto a mi mirada, o a mis labios, o a mis chistes… y me dijiste (sin saber de la carta) que no debería ser tan cruel conmigo mismo. ¡Y cuánta razón tienes! Porque hoy te conocí, y dejé que te metieras  en mi corazón. Aunque sé que yo no estoy en el tuyo.

Supongo que alguien debería venir y golpearme cientos de veces hasta que entienda que soy un idiota, supongo también que esta carta será tan patética como una mala canción de pop británico. Pero lo diré, con toda  propiedad, y asumiendo lo que tenga que asumir:

ME QUEDÉ FLECHADO YO SOLO.

Pero  lo malo de ser flechado es que la herida sangra cuando la flecha cae al suelo y se rompe, y hoy cuando vi la herida vi tu mirada, y tus ojos no decía nada, y las promesas de que nada malo pasaría  no dijeron presente esta vez. Y así, de pronto, lo que se había llenado de estrellas ayer, hoy estaba consumido por un hueco negro. Y hablamos tanto, como siempre, pero no me mirabas, te reías y no me sentía contigo. Cuando te despediste todo comenzó a oscurecerse (aquí voy con la maldita cursilería, la única que puede explicar lo que siento) pero dentro de todo eso, aun por muy negro que esté sigues estando tan nítido, tan presente.

Pero sigo aquí, haciendo el ridículo, tratando de sacar todo lo que me está ahogando por dentro, tratando de olvidar que al final de todo, eres como los demás. Pero ¿qué importa verdad?  Tú no eres el que cae mientras te desangras por amor, porque tu simetría facial y tus ojos encantadores no te dan chance de sentir la caída,  tu hermosura no deja que comas el polvo que levantas cuando te desplomas. Porque al final siempre pasará lo mismo, tu seguirás sonriendo y el mundo seguirá sonriendo para ti, y yo me iré borrando, hasta que algún día seas solo un recuerdo y pueda burlarme de ti, cuando tenga fuerzas de burlarme de mi nuevamente. Y seguirá muriendo la vida, y seguiré lamentándome como el niño que sigo siendo. ¿Ves? Te lo dije, no confío en el mundo porque él no me enseñó a creerle, no íbamos a escribir una historia de amor porque  no era su turno, me tocaba vivir la película de terror primero para soportar la del drama después. Te lo dije varias veces y me llamaste tonto, sabía que no eras para mí, pero quise creerte porque desde hace tanto tiempo no me sentía tan vivo… que patético soy, lo sé, pero siempre he pensado que no importa cuánto dure la felicidad, hay que entregarse a ella. Y contigo, aunque fueron solo pocos días y me ilusioné yo solo, fui  feliz.

¿Ves? Te lo dije, no son cosas mías, yo sé cuando voy a estrellarme, y así es cuando más se disfruta, así es  cuando menos dura el dolor.

21/02/2013

No hay comentarios: