17/11/10

Pequeño enfermo

Una vez, hace tiempo ya te quité la mascara. Y lo había olvidado. Hasta ayer, cuando después de tanto, asumí al fin que esa mascara que te quité, era de verdad. Siempre, a pesar de todo, dejaba para los demás un pequeño margen de duda, siempre pensaba en si era lo correcto pensar o no algo de aquello que me importaba. Pero contigo definitivamente no debí hacerlo.
A pesar de eso, quiero que tengas claro unas cuantas cosas. Uno: yo tengo bien claro de quien me enamoré, y eso ya me hace indestructible. Al menos no podrán herirme terceros cuando vengan a escupirme algo asquerosamente cierto de ti. Es más, creo que hasta la malcriada forma que tienes de ser ya no me sorprende tanto. ¿Sabes por qué? Porque el parecido a mi es grande. Dos: ten en cuenta lo que una vez te dije, cuando uno asume las cosas, no hacen daño. Y no me extraña para nada todo esto que está pasando. Tres: ten en cuenta que yo no voy a morirme por no tenerte, a no sufro desde que asumí que solo eres una cara bonita. Cuatro: no pretendo hacerte daño, aunque te lo merezcas. Ni mucho menos destruir tus “relaciones”, entiende algo, no vales ni si quiera la mitad de lo poca cosa que eres como para darme mala vida por ti. Menos porque sé que tu sólo destruyes tu felicidad. Claro, también sé, que tu felicidad es la de a ratos. Porque eres vacío,  porque no eres capaz de asumir con valentía que se puede ser mejor persona. Ya sé que eres de esos que piensan que hiriendo a todos se llega lejos, y ¿Sabes algo? Eso solo da risa. Por ende, das risa.
Puedes tenerme toda la lástima del mundo, tu no eres nadie para sentir eso por nadie. Si te da la gana puedes tenerme asco, cuando te acostaste conmigo, tu cara de placer me dijo lo contrario. Puedes pretender hacerme daño, tu o tus intentos de novios, restregándome en cara que me enamoré de ti y tu no, eso no me afecta. Y ¿sabes por qué? porque yo, a diferencia de ti, no me gusta jugar conmigo mismo. Yo asumí desde que vi el lado mas sincero de tu alma, que no me importa en lo absoluto tu existencia. Solo eres un deseo carnal. Yo sé, pequeño enfermo, que tu eres solo un hermoso vestido de piel, que por dentro tiene las costuras podridas y el alma muerta.
PD: y como tradicionalmente lo hemos visto de esa manera, y a los roedores les gusta el queso, en mi cama siempre habrá un pedazo para ti. Solo eso habrá para ti. QUESO.

No hay comentarios: