17/2/09

El Invasor

La luna, siempre tan brillante, tranquila y sin nada de que preocuparse. Anoche mientras intentaba dormir, en el espejo de mi cuarto se reflejo un rayo de luna y llego hasta mi cama. Me sentía invadido por aquel solitario rayo de luna que se acostó junto a mi a lo mejor quería compañía, se sentía solo y yo se lo que se siente. Que emocionante seria ser un rayo de luna, podría meterme el cuarto de la persona que me quita el sueño y robarle un beso. Podría acostarme al lado de alguien que estuviera llorando por culpa de una depresión o por una ruptura amorosa, y hacerle compañía, seria luz en la oscuridad, ser el confidente de un pobre adolescente que esta desvelado y escribe fantasías somnolientas. Aquí voy otra vez con mis fantasías… pero creo que la luna ya tiene suficiente trabajo allá arriba. Tiene que controlar las mareas, tiene que alumbrar todo cuando esta oscuro, vigilar las estrellas… en fin. Es que me gusta imaginar que fuera de mi si fuera un rayito de luna, seria invisible, puro, transparente y capaz de hacer que alguien como yo, que no pueda dormir, escriba el como se sentiría ser un rayo de la luna. Aunque creo que soy como un rayo de luna, no duermo, hago las cosas de noche, nadie nota mi presencia (si lo sé eso, sonó fatalista, pero es la verdad), voy a donde quiera y siempre busco a los demás para no sentirme solo. Por lo menos no soy la luna, ella tiene suficiente trabajo y yo también. Solo me queda resignarme a ser el mismo mortal todos los días. Un pobre adolescente que se levanta a las tres de la madrugada a escribir como seria ser un rayo de luna.



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